Hospedada en el valle de mismo nombre, El Castell de Guadalest cuenta con una larga historia en sus raíces. Tras pasar de manos de los moriscos a los cristianos en la reconquista,Guadalest conserva su original fortificación denominada Alcozaiba, declarado conjunto histórico artístico en 1974. En la zona superior del pueblo encontraremos la casa Marquesal, la Iglesia, el castillo de San José y el campanario, emblema de la localidad.
Museos y diversos restaurantes forman de Castell de Guadalest un paraje único y cautivador para el turista. Su gastronomía, rica y variada, ofrece a sus visitantes platos de cocina nacional e internacional combinados con los típicos de la zona. Conejo al “all i oli”, pimientos rellenos, verduras al horno, “L´olleta de blat” y numerosos tipos de arroces cumplirán con los paladares de los viajeros más exigentes, además de otros productos típicos como su miel, frutos secos y vinos.
Su clima mediterráneo, con inviernos frescos y veranos suaves y agradables, hará el resto de nuestra visita.