martes, 30 de septiembre de 2008

Moros y Cristianos en Altea, la Reconquista

Las Fiestas Mayores de Altea vivieron ayer otra jornada grande en la que el protagonismo fue para el bando cristiano, con una lucida Embajada, una brillante Entrada y un espectacular boato del Rey.

La filà Els Conqueridors, con sus cargos festeros Alonso Castillo (Rey), María José Sáiz (Embajadora), y Gloria Ortega (abanderada), junto a la filà Contrabandistes, con su alférez, la niña Arantxa Hornos, protagonizaron ayer la Entrada Cristiana que se celebró por la tarde noche en Altea.

Cerca de 8.000 personas presenciaron el desfile de las tropas cristianas, en donde participaron más de 1.500 personas. Con anterioridad, tuvo lugar al mediodía la Embajada Cristiana y su posterior alardo en la plaza de la Iglesia donde las tropas cristianas reconquistaron el castillo de Altea tras la misa mayor en honor al patrón San Blas.

Con una primera batalla comenzó la Embajada entre la embajadora cristiana y el rey moro, Xema Pérez, como protagonistas. La lucha dialéctica fue enconada, y Maria José Sáiz reclamaba la fortaleza que le había sido arrebatada. Al final tomó la decisión de iniciar una segunda batalla de fuego y arcabucería hasta que media hora después luchaban los dos dirigentes logrando la victoria las tropas de la Cruz. A las 20.15 horas se inició la Entrada Cristiana en la calle Filarmónica con las reinas y sus damas de honor. Tras ellas, el abanderado cristiano Francisco González (Maseros), montado sobre una carroza anunciaba la llegada de las filaes cristianas.

Hasta la Plaça dels Esports desfilaron más de 50 escuadras. Al filo de las 21.30 horas entraba en la avenida Rei Jaume I, la alférez infantil Arantxa Hornos, flanqueada por las navajas que portan estas tropas. Pasadas las diez entraba el gran boato medieval de Els Conqueridors, con sus cargos festeros sobre carrozas de grandes troncos. El momento álgido llegó con la aparición del rey Alonso Castillo, entre vítores, precedido por tres de sus hijas montadas sobre corceles y con una hermosa espada celta procedente de Irlanda, mientras pensaba cómo construyó en 1978 la actual cruz que lleva el Cristo del Sagrario.

Fuente: Diario Información