Además de la consabida variabilidad atmosférica, la llegada del otoño produce algún efecto más en nuestra vida cotidiana, ¿que os parece si repasamos algunos de ellos?
El otoño es la estación del año en que la duración del día se acorta más rápido ya que el sol sale cada día un minuto más tarde y sin embargo se esconde unos dos minutos antes, lo que nos deja en que cada día tenemos casi 3 minutos menos de luz solar. Debido a esto a finales de este més tendremos que realizar el cambio horario, que nos hará retrasar nuestros relojes una hora la madrugada del 28 de octubre.
Esta reducción en las horas de luz afecta también a la naturaleza y es la causa indirecta de que las hojas de los árboles cojan esos colores amarillentos, naranjas y marrones tan típicos de esta estación.
Al reducirse las horas de luz, la producción de clorofila también se ve mermada y, como esta sustancia es la que proporciona el color verde a los árboles, cuando se produce su falta las hojas empiezan poco apoco a mostrar otros pigmentos que hasta esta época permanecen ocultos por las altas cantidades de clorofila.
Astronómicamente también en otoño se producen fenómenos interesantes, por ejemplo, este otoño el planeta Júpiter va a ser visible durante casi toda la noche después del anochecer y Saturno pasará de ser visible al anochecer al principio de la estación a serlo al amanecer cuando ser acerque la llegada del invierno.
Este noviembre tendrán lugar 2 eclipses, uno parcial de Sol que será visible el día 13 en el Hemisferio Sur del planeta y uno penumbral de Luna que se producirá el 28 y que será dificilmente visible desde España. También se producen varias lluvias de estrellas como las Dracónidas que tendrán lugar este fin de semana, especialmente al anochecer del 7 de Octubre, las Oriónidas para el 21 de Octubre o las Tauridas y Leónidas en Noviembre.
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