El agua, la arena y el sol son peligrosos para los dispositivos. Estos son algunos consejos para evitar los daños
Fuente: L.Cano www.abc.es
El verano es la estación maldita para los móviles, y la playa es su peor
destino. El agua, la arena y el sol pueden ser fatales para unos
dispositivos tan delicados y caros como los teléfonos inteligentes.
Repasamos los peligros que hay que evitar junto con los consejos de los
servicios técnicos de Movilquick y The Phone House:
Problemas
Arena
No
es el peor de los problemas. Los dispositivos están preparados para
impedir el paso de los granos al interior de la electrónica, aunque
puede haber obstrucciones en los orificios como el altavoz, la batería o
la entrada de clavijas. El daño tiene solución con la limpieza del
móvil, aunque no hay que descuidarse. Las pegatinas protectoras son
suficientes para evitar los arañazos en la pantalla.
Humedad
El
ambiente húmedo de las zonas de agua no es el más conveniente para
aparatos electrónicos, aunque la escasa exposición durante el tiempo de
vacaciones no terminará por dañar a los circuitos irremediablemente.
Manipular el móvil con las manos mojadas, la caída de unas gotas de agua
esporádicas o colocarlo sobre una toalla húmeda tampoco es conveniente.
No dañará los mecanismos internos, pero sí afectará a largo plazo.
Agua
Sumergir
el móvil por completo es fatal. Aún así, tiene opciones de sobrevivir
si se repara en un plazo de 24 a 48 horas. El agua salada es aún peor
porque la sal potencia la oxidación de los componentes. Aunque el móvil
funcione después de una inmersión, no hay que confiarse: terminará por
estropearse sin buena solución.
Insolación
El
exceso de calor es dañino para los móviles, como ocurre con cualquier
dispositivo electrónico. Los componentes se recalientan, sobre todo si
está encendido. Las pantallas están preparadas para la exposición
continuada al sol y no sufre más que el resto del aparato. El problema
está en tomar el sol junto al móvil o dejarlo olvidado fuera de la
sombra. La reparación es complicada porque el origen de los errores
(aplicaciones que dejan de funcionar, cámara inoperante...) es difícil
de encontrar, según explica Oliver Arregui, técnico de Movilquick.
Soluciones
Los
técnicos en reparación de móviles aseguran que la mejor solución para
evitar daños en la playa es no ir con ellos a no ser que sea
imprescindible. En caso de no poder prescindir de él, existen algunas
soluciones, pero, sobre todo, la regla de oro de ser muy cuidadoso.
Fundas herméticas
La
mejor solución (y más cara) son las fundas herméticas de plástico con
capacidad de crear el vacío en torno al móvil. Permiten manipular la
pantalla táctil, son sumergibles en agua y no recalientan más al
aparato. Cuestan entre 30 y 40 euros.
Bolsas de plástico
Otras
bolsas especiales para móviles protegen al móvil de la humedad, el agua
y la arena; pero su principal problema es no permitir manipular la
pantalla con facilidad. Al sacar el móvil de la bolsa se le expone a
todos los peligros.
Falsos remedios
Las
fundas generales para móviles no evitan los problemas de sol, humedad,
agua ni arena. El remedio casero de envolver el móvil con plástico de
cocina es un error: el envoltorio se recalienta, se derrite y termina
por arrugarse y dejar expuesto al dispositivo. Las bolsas de plástico
convencionales incurren en los mismos peligros que las bolsas
especiales, aunque multiplicado porque no están pensados para guardar
móviles.